miércoles, 29 de septiembre de 2010

lunes, 19 de abril de 2010

jueves, 15 de abril de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

`¡Los necesitamos!`



Benedicto XVI a los jóvenes-

17/03/2010 Agencia ZENIT

Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud 2010, que se celebrará en Roma este próximo Domingo de Ramos

El papa Benedicto XVI ha querido lanzar un llamamiento al compromiso de los jóvenes con la sociedad, a través de su mensaje para la XXV Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará el próximo Domingo de Ramos, 28 de marzo.


En este mensaje el Papa asegura a los jóvenes la importancia de sus elecciones vitales, de cara a la sociedad del futuro, y les invita a “mantener la esperanza”: “Los necesitamos”, reconoce.

Tras comentar el pasaje evangélico sobre el joven rico, del que se ha tomado el lema de esta Jornada, el papa Benedicto XVI se remite al mensaje que en 1985 les dirigió Juan Pablo II, pidiéndoles que “no tengan miedo” a asumir sus propias responsabilidades. “Quien vive hoy la condición juvenil tiene que afrontar muchos problemas derivados de la desocupación, de la falta de referencias ideales seguras y de perspectivas concretas para el futuro”, admite.


Ante esto, “se puede tener la impresión de ser impotentes ante las crisis y a sus consecuencias actuales”, pero el papa invita a los jóvenes a no ceder al desánimo: “¡A pesar de las dificultades, no os dejéis desanimar y no renunciéis a vuestros sueños!”.


Al contrario, insiste, “el futuro está en las manos de quienes saben buscar y encontrar razones fuertes de vida y de esperanza”. “¡Si quieren, el futuro está en sus manos, porque los dones y las riquezas que el Señor ha puesto en el corazón de cada uno de vosotros, plasmados por el encuentro con Cristo, pueden traer auténtica esperanza al mundo!”, afirma el Papa. “Es la fe en su amor la que, haciéndose fuertes y generosos, se darán el valor de afrontar con serenidad el camino de la vida y a asumir responsabilidades familiares y profesionales”, añade.


Desafíos actuales


El papa recuerda a los jóvenes algunos de los “grandes desafíos actuales”, que “son urgentes y esenciales para la vida en este mundo”, y que ya citó en su encíclica Caritas in Veritate. Estos son, explica, “el uso de los recursos de la tierra y el respeto de la ecología, la justa división de los bienes y el control de los mecanismos financieros, la solidaridad con los países pobres en el ámbito de la familia humana, la lucha contra el hambre en el mundo, la promoción de la dignidad del trabajo humano, el servicio a la cultura de la vida, la construcción de la paz entre los pueblos, el diálogo interreligioso, el buen uso de los medios de comunicación social”. “Son desafíos a los que estáis llamados a responder para construir un mundo más justo y fraterno. Son desafíos que requieren un proyecto de visa exigente y apasionante, en el que poner toda vuestra riqueza según el designio que Dios tiene sobre cada uno de vosotros”.


Pero, puntualiza, “no se trata de realizar gestos heroicos ni extraordinarios, sino de actuar haciendo fructificar los propios talentos y las propias responsabilidades, empeñándose en progresar constantemente en la fe y en el amor”.


“Cristo llama a cada uno de vosotros a comprometeros con Él y a asumir las propias responsabilidades para construir la civilización del amor. Si seguís su Palabra, también vuestro camino se iluminará y os conducirá a metas altas, que dan alegría y sentido pleno a la vida”, concluye.

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Sexo o género?



Sustituír en nuestro vocabulario el término "sexo" por "género" no es una ingenuidad de los vaivenes del lenguaje. Es, más bien, una seria amenaza para nuestra sociedad.


El lenguaje es un organismo vivo, en evolución. Pasa el tiempo y se van acuñando palabras nuevas, como expresión de los cambios culturales que se van sucediendo. Hoy se ha puesto en boca de muchos el término "género" que sustituye a la palabra "sexo".


Así, por ejemplo, cuando usted llena una solicitud de empleo, pudiera ser que ahí aparezca la pregunta: "¿cuál es su género?" en vez de "¿cuál es su sexo?" Utilizar la palabra "género" en nuestro lenguaje no es simplemente un signo de moda. Detrás de ese término se esconde una ideología malévola que busca abrirse paso en las conciencias para instalarse en nuestra cultura.


En 1995 se realizó la Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer en Pekín. Este foro fue aprovechado para lanzar una gran campaña de difusión del término "género". Muchos de los participantes de la cumbre ignoraban el sentido exacto de la palabra y pidieron una definición a sus propulsores.


Y fue así como la directiva de la Conferencia dio la siguiente definición: "El género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo".


Una nube de confusión se creó entre los delegados, principalmente entre los provenientes de países católicos. Estos pidieron una explicación más amplia y esta fue la respuesta: "El sentido del término género ha evolucionado, diferenciándose de la palabra sexo para expresar la realidad de que la situación y los roles de la mujer y del hombre son construcciones sujetas a cambio".


La ideología de género afirma que no existe el hombre natural ni la mujer natural, y que no hay una conducta exclusiva de un solo sexo. Esto quiere decir que no hay una esencia femenina o masculina, y que tampoco existe una forma natural de sexualidad humana.


Según los difusores de esta ideología, si usted nació como hombre o mujer, aprendió a comportarse como tal porque así se lo enseñaron en la cultura, pero no porque esa conducta pertenezca a su biología de hombre o mujer.


Por ejemplo, si usted es mujer y le gusta maquillarse, cocinar, cuidar los niños, ser detallista y delicada en sus relaciones con los demás, si tiene gusto por la espiritualidad y el arte, y si siente atracción hacia el hombre, todo ello se debe a que usted así lo aprendió de la cultura.


Como quien dice, se lo impuso la sociedad. Pero, en realidad, usted pudiera tener gustos y preferencias como las de un hombre porque no existe una naturaleza de mujer, ni una psicología femenina.


Los partidarios de la ideología de género también buscan difundir otros términos como "patriarcado o patriarcal" para hablar de control masculino sobre la mujer; "preferencia sexual" para decir que existen diversas formas de sexualidad incluyendo homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y travestis, todos equivalentes a la heterosexualidad; "homofobia" para indicar a las personas prejuiciadas en contra de los homosexuales; "heterosexualidad obligatoria" para señalar que se fuerza a las personas a pensar que el mundo está dividido en dos sexos que se atraen sexualmente uno al otro.


Vivimos en una sociedad cada vez más andrógena o "unisex", donde las conductas que antes se consideraban exclusivas de un sexo, como por ejemplo utilizar aretes o ser policías, van siendo adoptadas por el sexo contrario. Un proyecto de nueva sociedad, con una pluralidad de formas de vivir la sexualidad y con diversos tipos de "familia", es el objetivo de quienes propagan la ideología de género. Eliminar la palabra "sexo" y sustituírla por el término "género" no es una ingenuidad en la evolución del lenguaje. Representa, más bien, un serio peligro para el matrimonio y la familia, y por tanto una grave amenaza a toda la sociedad.

sábado, 23 de enero de 2010

¿Que es peor para un joven?


¿Qué es peor para un joven, para una nación: el alcohol o la droga?

La daga y la pistola son diferentes, pero da lo mismo si cada una de ellas puede producir la muerte o por lo menos la herida.

lunes, 4 de enero de 2010