martes, 29 de diciembre de 2009

Hablemos


Hablemos del Tiempo, hermano,
antes de que sea ido
lo que pudo ser humano
Antes de que sea en vano
llorar un día perdido,
un surco sin nuestro grano,
un canto sin nuestro oído,
un remo sin nuestra mano.
hablemos de la tarea
de neustra capacidad
que es hacer que el Tiempo sea,
todo él, eternidad.

P. Casaldáliga
Fuente: Ciudad Redonda.org

sábado, 19 de diciembre de 2009

Mientras haya soñadores


Soñadores. Mundo mejor, Otro mundo es posible. ¿Qué te sugiere todo esto? ¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo sería ese mundo mejor? ¿Para quién? ¿Cómo conseguirlo?

viernes, 4 de diciembre de 2009

Fumando espero




El precepto de dar culto a Dios

Al asistir al Santo Sacrificio de la Misa cumplimos el precepto natural (que tiene todo hombre, cristiano o no) de dar culto a Dios. Para un cristiano, este precepto natural está explícitamente señalado por Dios en el tercer mandamiento del Decálogo: “Santificarás las fiestas” (Cfr. Deuteronomio V, 12).

La obligatoriedad y gravedad del mandamiento tiene su origen en el mismo Dios que, cuando creó el mundo en seis días, descansó el séptimo día y lo santificó (cfr. Génesis II, 2-3). No ha sido, pues la Iglesia quien nos ha impuesto la obligación de dar culto a Dios. Lo único que hace es concretar para todos los católicos de qué modo y cuándo hemos de darle culto. Para ello promulga unas leyes apoyándose en serias y rigurosas razones que, en el caso de la asistencia a la Misa dominical, son las que brevemente veremos a continuación.


¿Por qué la Misa?

Muchos son los que estarían dispuestos a cambiar la asistencia al Sacrificio del altar por otra obra piadosa que ellos “sintiesen” más. ¿Por qué –se preguntan- hemos de dar culto a Dios a través de la asistencia a la Misa? La respuesta es doble:

a) La Santa Misa es la renovación incruenta (sin derramamiento de sangre) del Sacrificio de Jesucristo en el Calvario. Por tanto, supera con creces cualquier obra buena que nosotros podamos hacer aun en el caso de que esa obra la hagamos poniendo un gran sentimiento, o represente mucho para nosotros. Una sola Misa vale mucho más –da más gloria a Dios- que todas las oraciones juntas de todos los santos de la historia incluida la Virgen. La razón es que la Sagrada Eucaristía es una acción de Jesucristo y, como Jesucristo es Dios, es una acción divina.

b) Además, cuando Jesucristo instituyó la Eucaristía en la Ultima Cena con sus apóstoles, les dice, mandándoles: “Haced esto en memoria mía” (Lucas XXII, 19)


¿Por qué el domingo?

Las razones de por qué es el domingo el día que tenemos obligación de asistir a la misa pueden resumirse en estas dos:

a) El séptimo día de la semana Dios descansó y lo santificó (cfr. Génesis, II, 2-3). Descanso en el trabajo y culto a Dios son dos actividades que siempre se han dado juntas. Quedarse con el descanso-diversión del domingo olvidando por completo el descanso-culto a Dios es quitar algo que Dios ha puesto en la vida de los hombres desde la Creación.

b) Jesucristo resucitó “el primer día de la semana”, es decir, el domingo. El origen del domingo cristiano (dies Domini= día del Señor) está en la Resurrección del Señor, hecho histórico del que se parte y alrededor del cual gira toda la vida cristiana desde los primeros momentos.

La Santa Misa es el centro de la vida cristiana

El Concilio Vaticano II nos enseña que la Santa Misa debe ser el centro y la raíz de la vida cristiana. Efectivamente, cuando tenemos una necesidad urgente pedimos al sacerdote que rece en la Misa; cuando queremos dar gracias a Dios por algo que nos ha salido bien, asistimos a ella porque nos consideramos en deuda con El; cuando fallece un familiar, nuestra piedad nos impulsa a “encargar” una Misa al sacerdote.

La Santa Misa es mucho más que una obligación. Sin embargo, podemos preguntarnos: ¿por qué, entonces, la asistencia a Misa obliga bajo pena de pecado grave? En un principio no hacía falta esta obligación, ya que todos los cristianos acudían conscientes de importancia. Pero sucede que los hombres nos acostumbramos a las cosas buenas y con frecuencia caemos en la rutina, en la dejadez y el olvido. Por eso la Iglesia, para ayudarnos a superar esas naturales inclinaciones nos puso este mandamiento: Oír misa entera los domingos y fiestas de precepto.

“El primer mandamiento (oír misa entera los domingos y fiestas de precepto) exige a los fieles participar en la celebración eucarística, en la que se reúne la comunidad cristiana, el día en que conmemora la Resurrección del Señor, y en aquellas principales fiestas litúrgicas que conmemoran los misterios del Señor, la Virgen María y los santos” (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2042). Esta asistencia tiene lugar el domingo y el día festivo, o la víspera por la tarde, normalmente en la parroquia.


La asistencia a Misa constituye obligación grave

El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “la Eucaristía del domingo fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio. Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave” (nº 2181).

El Papa Juan Pablo II nos decía en una ocasión: “La Misa festiva es la base de todo, y debo pediros que no la omitáis, que seáis asiduos a ella, que, cada domingo y cada fiesta, os sintáis invitados por el Señor para encontrarlo juntos, en torno a la doble mesa de la Palabra y del Cuerpo de Cristo” (Homilía, 10-III-1985).

Puntos de reflexión

Los siguientes puntos pueden servir como estímulo para no faltar nunca a la Misa dominical y festiva. Un consejo: cuando veas que te cuesta asistir a la Eucaristía, lee despacio estos puntos, procurando meditar su significado.

¨ En la Santa Misa Jesucristo se ofrece por mí. Estar presente en ese momento es una manifestación de agradecimiento a Dios. Los cristianos no vamos a Misa porque tengamos ganas, porque nos divierta o nos guste, sino para devolver algo de agradecimiento a Jesús por el inmenso amor que nos mostró muriendo para salvarnos.

¨ Cuando asisto a la Misa -y procuro participar en ella- no he de olvidar lo que gano –o lo que me pierdo cuando falto-, entre otras cosas: la gracia (la fuerza espiritual) que Dios me concede; la oportunidad de recibir el Cuerpo de Cristo (siempre y cuando no esté en pecado mortal); la formación que recibo, al oír la Palabra de Dios y su explicación en la homilía.

¨ Tengo claro el mandamiento de “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. Pero, cuando no cumplo el precepto dominical, ¿no será que amo, que tengo más cariño a otras cosas (deporte, diversión, una moto, un perro,... o lo que pueda ponerse en lugar de Dios) que a Dios mismo?

¨ “En la Misa no se está; se participa. La misa no es de otros; es mía. La misa no es algo más; es el centro. En la misa no todo es visible; hay muchas cosas que no se ven. La misa no es un capricho; es una necesidad. La misa no es un aburrimiento; es apasionante. La misa exige interioridad” (J. P. Manglano, La Misa. Antes y después).

¨ Si no encuentro muchos motivos para asistir a Misa, posiblemente será porque todavía no conozco bien qué sucede cada vez que un sacerdote celebra la Eucaristía. Procuraré enterarme bien de qué es la Misa.

¨ “Es tanto el Amor de Dios por sus criaturas, y habría de ser tanta nuestra correspondencia que, al decir la Santa Misa, deberían pararse los relojes” (San Josemaría Escrivá, Forja, n. 436).



Fernando Arévalo

jueves, 26 de noviembre de 2009


Francisco nace el 7 de abril de 1506 en el castillo de Javier, cerca de Pamplona (Navarra, España). Su padre, jurista, es entonces consejero del rey Juan de Albit, su madre pertenecía a la nobleza. Sus dos hermanos tuvieron parte activa en las guerras que marcaron la infancia de Francisco.


Huérfano a los tres años, Francisco crece en un clima de división y guerras, en su propia morada sujeta a la tiranía moral y material, de parte del lado navarro como del castellano. Cuando a los 18 años se firma un convenio de paz, Francisco elige entonces su futuro, continúa sus estudios de humanidad en la famosa universidad de Sorbona en París.


Es aquí donde, compartiendo su cuarto con Ignacio de Loyola, y después de un camino de discernimiento mutuo, Francisco es tocado muy profundamente por una frase de Ignacio de la cual no se olvidará jamás, y que determinaría desde entonces el rumbo de su vida: "¿de que sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?". Francisco elige desde ya ganar su alma y la de muchos.

Martmartu 1534: en compañía de siete compañeros, Francisco pronuncia sus votos de pobreza, castidad y peregrinación a Tierra Santa, según unos preceptos estrictos de Ignacio de Loyola.
Así comenzó la "Compañía de Jesús" aprobada por el Papa. El 24 de junio fueron ordenados sacerdotes, pero la guerra de Venecia y los Turcos hizo imposible la realización del deseo de estos apóstoles de ir a Tierra Santa.


Así el 7 de abril de 1531, Francisco parte para las lejanas tierras de la India junto con uno de sus compañeros, Llegados a Goa, se ven confrontados a miles de males entre ellos, la peste. Francisco se dedica a dar confianza y a descubrir a todos el amor de Dios, a curar y hasta hacer milagros.


Evangelizando jóvenes abre escuelas, colegios, dispensarios, bautiza sin descansar jamás aceptando por amor miles de sacrificios y llevando a todos a la oración y a la conversión.


En 1543 vuelve a Goa, y llega a Pesquerías cuando se declaró la guerra entre el reino de Comorín y el de Travancor. Enfrentándose solo a las fuertes tribus, armado íntimamente de un crucifijo en la mano y de su palabra, pone fin a la guerra milagrosamente.


En 1546, parte Francisco para Amboino, isla en la cual entra hablando y cantando en el idioma popular como si hubiese vivido siempre ahí. Desde allí emprende la visita de todas las islas de Oceanía. Después de esta larga expedición, Francisco decide volver a Goa para encontrarse con sus compañeros llegados a Europa, asignarles el campo apostólico y prepararse para llevar la fe cristiana hasta Japón. En Malaca, en el año 1547, se encontró con Magno, un japonés insatisfecho con la religión que le habían enseñado sus bonzos(sacerdotes Budistas).


Magno invitó a Francisco a ir a predicar la doctrina de Cristo a sus paisanos. En abril de 1549 emprendió el viaje hasta Japón junto con su amigo. Adoptando el estilo oriental Francisco conversaba con el pueblo mientras Magno le servía de intérprete. Después de un año en Kangoshina, en donde escribieron un catecismo, partió por Yamaguchi y luego hacia la costa, aguantando miles de pruebas y rechazos. De allí aprovechó la salida de un barco portugués para ir a visitar las misiones de la India y preparar su viaje a China.


Habiendo aportado un regalo muy rico para el rey de China, llegó a una isla desierta a 150 kilómetros de Cantón. Era a los fines de agosto de 1552. Allí Francisco espera en una total soledad y pobreza una embarcación para entrar lo más directamente posible a la China. Pero se enfermó y es aquí, a 150 kilómetros de esta tierra tan soñada de China, que entregó a Dios su alma, el 3 de diciembre.


En estos tiempos sedientos de conquistas y de poder, Francisco abrió los ojos, los brazos, y por sobre todo los espíritus, de todos aquellos que recibieron su mensaje evangélico. Su corazón, madurado por 11 años vividos en el oriente, acepta y recibe entonces toda diferencia de cultos, de razas, de civilización, sembrando por donde Dios lo manda, la Buena Noticia del Amor.


El Santo de la amistad, del compartir, de la apertura a los demás, fue canonizado el 12 de marzo de 1622, ya declarado patrón de las misiones. Su fiesta se celebra el 3 de diciembre.

lunes, 5 de octubre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

Encuesta sobre percepción de situación ambiental





La implementó el Área de Medio Ambiente de la Red Federal de Laicos y permite señalar los problemas percibidos o comprobados de forma fehaciente que afectan de manera concreta en el lugar de residencia.


Si más participamos de la encuesta los datos serán más contundentes.


Vos sabes comprometerte, jugate.


Parta hacer la encuesta debes entrar en http://www.redlaicos.org.ar/


Contale a tus amigos.

lunes, 21 de septiembre de 2009


FELIZ DÍA!


Disfrutá de tu juventud y vivila con alegría.

Se responsable...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

X Q NO?

Te invitamos a visitar la feria de Carismas, el próximo viernes 18.
En la Parroquia.
De 10:00 a 12:00, de 14:30 a 17:00 Hs.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

cigarrillo


En la Argentina se detectan alrededor de 25.000 enfermos nuevos por año. Un alto porcentaje de los enfermos muere dentro de los 5 años luego de realizado él diagnostico. A pesar de que las posibilidades terapéuticas van mejorando, la posibilidad de cura sigue siendo escasaA mayor consumo de cigarrillos diarios, aumenta proporcionalmente el riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón. Si consume hasta 20 cigarrillos por día, el riesgo es 15 veces mayor con respecto al no fumador y, si fuma más de 20 cigarrillos, dicho riesgo aumenta hasta 25 veces más.

lunes, 17 de agosto de 2009

“No les digo que entreguen todo. No. Disfruta de lo tuyo pero, una vez hayas cubierto tu propia necesidad, has algo necesario con lo inútil y superfluo y distribúyelo entre los que se mueren de hambre y tiritan de frío. Mándalo por medio de ellos a tu verdadera patria: ellos serán tu mejor correo, para que cuando regreses allí, lo encuentres todo preparado. Todo lo que pongas en manos de los pobres lo depositas en un granero seguro que es la mano misma de Dios.

“El compartir radica en la naturaleza misma del cristiano. Lo suficiente se define por la necesidad de aquellas cosas sin las que no es posible vivir. Nada pretende quitarte el sustento necesario; pero estoy hablando de sustento no de deleites; estoy hablando de vestirse no del lujo en el vestir. O por mejor decir, si miramos las cosas hasta el fondo, el mayor placer está en la sobriedad. Lo que hace al hombre rico no es el mucho tener, sino el no necesitar de mucho”.

“No nos contentemos con traer dinero a la Iglesia, sino miremos si procede de un justo trabajo”.

“No hablo así porque la riqueza sea un pecado. El pecado está en usar mal de ella no repartiéndola entre los pobres. Dios no ha hecho nada malo. Todo es bueno y muy bueno. También las riquezas a condición de que no dominen a quienes la poseen y remedien la pobreza... no es verdadera riqueza la que no destierra la pobreza sino que la aumenta".
San Juan Crisóstomo (344-407)

viernes, 14 de agosto de 2009

Asunción de Nuestra Señora



La Virgen Santa María, es para nosotros en el misterio de su Asunción en cuerpo y alma a los cielos, motivo de alegría, esperanza y consuelo.


María Asunta, nos señala el camino


El momento de la Asunción a los cielos fue para Nuestra Señora la plenitud de su pequeñez. María es la primera mujer resucitada y que desde el cielo intercede por nosotros, peregrinos en este valle de lágrimas.


La Virgen asunta en cuerpo y alma a los cielos nos enseña el camino y el gozo del cielo. Nuestra vocación cristiana, como Santa María, la Virgen, consiste también en ayudar a todos aquellos que caminan en este mundo sin encontrar el sentido de la vida.


La fiesta de la Asunción de Nuestra Señora es la fiesta de las fiestas. El misterio de la Inmaculada Concepción es grande, porque con él se inicia el camino histórico de Nuestra Señora, la predestinada, la amada, la llena de gracia.


Es grande, también, el misterio de la Encarnación del Verbo y del “Sí” de Nuestra Señora en la Anunciación; también es grande el misterio de la maternidad divina, pero todo esto está encaminado a la pascua, como el misterio del Hijo está orientado al misterio pascual. María, vestida del sol con la luna bajo sus pies, coronada de doce estrellas (cf Ap.12,1), es el signo de la Iglesia ya definitivamente consumada en el cielo, pero al mismo tiempo manifiesta la plenitud de la obra maravillosa que Dios ha realizado en su pequeñez.


María ha sido la Madre - Amiga en los caminos de la vida del espíritu. Cuando al teólogo alemán Karl Rahner le preguntaban por qué había decaído en algunos ambientes cristianos la devoción a la Virgen, respondió: “Muchos cristianos viven hoy de ideas, y las ideas no tienen Madre”. Por eso, los que en la vida evangélica desconocen a María, en el fondo son unos huérfanos espirituales. Les falta algo.


Muchas veces he repetido en mi vida la frase de San Jerónimo: “Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo”. Es verdad, pero también en el fondo desconocer a María es desconocer en plenitud a Cristo. Ella nos lleva al mismo centro de la vida cristiana, que es Cristo.


Los jóvenes enseguida descubren que María los lleva a vivir un cristianismo con radicalidad. Descubrir a María es descubrir el camino más corto y más recto para llegar a Jesús. Es más, vivir una relación con María, es vivir una relación con Cristo, pues como decía San Maximiliano Kolbe: “María no tiene más voluntad que vivir cumpliendo la voluntad de Dios”. A esto nos lleva la verdadera devoción a María: a vivir de Cristo.


María asunta es nuestra esperanza, queridos jóvenes y adultos. Caminar en la esperanza es sentirse poseídos fuertemente por el Cristo de la Pascua. ¡Él nos grita! ¡No tengáis miedo!. Y yo os digo: No tengáis miedo a las exigencias del Señor; no tengáis miedos si experimentáis la propia debilidad. El miedo es una experiencia que tenemos todos.


El miedo y el cansancio se oponen siempre a la esperanza. Vivamos en cambio en la firmeza inquebrantable de la esperanza y animémosnos mutuamente en este camino de espera y esperanza, tal y como nos lo recuerda el Concilio Vaticano II cuando dice: “Entre tanto, la Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará en su plenitud en el siglo futuro.


Mons. Antonio Ceballos Atienza,


Obispo de Cádiz y Ceuta

San Maximiliano Kolbe


Hoy 14 de agosto, recordamos a San Maximiliano Maria Kolbe, significativamente en la vigilia de la Fiesta de la Asunción de la Virgen Maria, aniversario de su muerte, “sacrificio de amor, que dió su vida en el campo de concentración de Auschwitz, ofreciéndose por otro prisionero al que no conocía, un padre de familia!” (¡Levantaos, Vamos!)
Kolbe, un santo que “como pocos, había sido penetrado por el misterio de la divina elección de María. Su corazón y su pensamiento se concentraron de forma particular en torno al «nuevo comienzo», que fue en la historia de la humanidad –por obra del Redentor– la Inmaculada Concepción de la Madre de su encarnación terrena. «El significado de Madre –escribía– lo sabemos, pero el de Madre de Dios no lo podemos comprender con la inteligencia, con la mente limitada. Sólo Dios mismo comprende perfectamente qué significa “Inmaculada”... La Inmaculada Concepción está llena de misterios consoladores» (M. Kolbe, Carta del 12 de abril de 1933).

Maximiliano Kolbe penetró en este misterio de forma particularmente profunda, particularmente sintética: no de forma abstracta, sino a través del vivo contexto de Dios-Trinidad, Dios que es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y a través del vivo contexto de los designios salvíficos de Dios para el mundo. Escuchemos de nuevo sus palabras: «Busquemos cada vez más, cada día más, acercarnos a la Inmaculada; de este modo nos acercaremos cada vez más al Sacratísimo Corazón de Jesús, a Dios Padre, a toda la Santísima Trinidad, porque ninguna criatura está tan cercana a Dios como la Inmaculada. Así acercaremos también todos los que nos son cercanos en el corazón a la Inmaculada y al buen Dios» (M. Kolbe, Carta desde Nagasaki, 6 de abril de 1934). (de la homilia de Juan Pablo II en Niepokalanów, la Ciudad de la Inmaculada, complejo fundado por el P. Kolbe en 1927, Niepokalanów ese lugar donde, en continua obediencia al Espíritu de verdad, a ejemplo de la Inmaculada, el hombre se iba formando día a día, de manera que el Santo superase al hombre no sólo en función de la vida y del apostolado, sino también en función de una muerte de mártir «por el hermano»”.Maximiliano Maria Kolbe fue beatificado por el Santo Padre Pablo VI el 17 de octubre de 1971 y proclamado santo y mártir el 10 de octubre de 1982 por Juan Pablo II.

martes, 11 de agosto de 2009

¿Eres un niño o un hombre?


En las culturas de las tribus salvajes existen ciertos ritos y costumbres a las que se tienen que someter los niños para que se les considere como hombres. Los Marquiriate de la selva Amazona, por ejemplo, toman unas hormigas conocidas como “24″ por el intenso dolor de su piquete que dura 24 horas. Tejen los insectos entre la fibra de un metate y los enredan sobre el cuerpo desnudo del jovencito. El “debutante” no puede proferir la más mínima queja, llanto o expresión de dolor, ya que si lo hace, demuestra que aún no tiene las “agallas” para ser hombre.

Los inarus de Papua, Nueva Guinea, sujetan a sus niños de pies y manos y los golpean salvajemente con varas de tres metros. Luego los rapan y los confinan a merced de sus alucinaciones por la fiebre y el enclaustramiento en “la casa de los espíritus” durante tres días. Si soportan el tratamiento, ya son hombres.

Los guerai demandan que sus jóvenes se internen en la selva y regresen con la cabeza de un enemigo. Si lo logran, son hombres. De otro modo, ¡son hombres muertos! ¡Salvajes dirías! Cierto que para adquirir el estatus de un “hombre hecho y derecho”, nuestra cultura también impone ciertas barbaridades. Hablar profanamente, caminar de cierta forma, fumar cierto tipo de cigarrillo, tener algo de bigote (¡aunque sea de leche!), y lo peor de todo, ¡experiencia en la cama!

Como cristianos aprendemos que estas cosas están lejos de caracterizar a una persona como un verdadero hombre, pero entonces, ¿en qué consiste la hombría?

1.- Un hombre es alguien que tiene valor. En una ocasión me tocó presenciar la explosión de una estufa. El hombre que estaba cocinando quedó completamente envuelto en llamas. Sin pensarlo dos veces me lance sobre él y lo abracé de pies a cabeza hasta que se extinguieron las llamas que consumían su cuerpo. La gente consideró aquello como un acto heróico de mi parte, pero en mi opinión no fue así. No era un asunto de valor, sino de una simple reacción automática. Ese es el falso heroísmo que vemos en Hollywood, no en la vida cotidiana.

Los tres amigos de Daniel sí que era verdaderos valientes. Mientras todo el mundo se tiraba al suelo al escuchar el mariachi del rey Nabucodonosor y adoraba la estatua, Sadrac, Mesac y Abednego permanecieron firmes. El verdadero valor de un hombre surge de la seguridad de saber quién es. Un hombre, sea de dieciséis o sesenta años, es aquel que se sostiene firme en sus convicciones y se conduce rectamente a pesar de cualquier oposición. Alguien que está dispuesto a ser objeto de burla con tal de mantenerse fiel a sus valores morales.

2.- Un hombre es alguien que sabe controlarse a sí mismo. Es alguien que no se deja manipular por su madre, sus amigos, la botella, el dinero, ni las pasiones sexuales. Alguien que no es presa fácil de la euforia del momento, el temor y los corajes. José era un joven aborrecido por sus hermanos, pero deseado por la “señora Potififi”, esposa de Potifar, sin embargo supo controlarse cuando ella lo buscaba despertando sus pasiones juveniles. Cuando sus hermanos cayeron bajo su poder, José no se dejó llevar por los deseos de venganza, sino que se mantuvo en control de la situación. Un hombres que es dueño de sí, piensa antes de hablar, considera antes de hacer, busca a Dios antes de responder; está consciente de la obligación de cumplir con su palabra y entiende la responsabilidad de sus acciones porque sabe que tendrá que remitirse a las consecuencias de sus errores. No huye, no se esconde, no hace excusas, no culpa a los demás.

3.- Un hombre no es egoísta. Vivimos en un mundo completamente egocéntrico. El que grita más recio, el que pega más duro, el que llega primero, el que aguanta hasta el final, es el que gana. Se nos ha enseñado a preocuparnos sólo por “mí”, “yo” y “un servidor”. Un hombre de verdad es sensible, piensa en los demás, se interesa por ellos y se preocupa por servirles. Es lo bastante hombre para saber que las cosas no siempre van a salir como él quiere. Es bastante hombre para negarse a sí mismo y reconocer la importancia de los demás. Timoteo era este tipo de hombre.

Pablo escribió, “Pues a ninguno tengo del mismo ánimo y que tan sinceramente se interesa por vosotros, porque todos buscan lo suyo propio…” (Fil. 2:20).

4.- El verdadero hombre tiene un propósito en su vida. El mundo gira demasiado rápido. Los días se vuelven meses y se nos van los años sin considerar el porqué de la existencia. Aun los que conocemos a Cristo tenemos la tendencia de entrar a la carrera y correr sin descansar hasta terminar en el ataúd.

Un verdadero hombre comprende el significado de la vida. Sabe que tiene una sola oportunidad para hacer que su estancia en el planeta sirva de algo. Un verdadero hombre se asegura de dejar un legado e invertir su vida en los demás.

Fuente: www.geocities.com/jovenes_catolicos/

miércoles, 5 de agosto de 2009

historia de unas manos


Me contaron hace unos días la historia de un niño sincero y atrevido. Un buen día Oscar, en un arrebato de honestidad le dijo a su madre: "Mamá, eres hermosa...". La madre no pudo menos que enternecerse y sonreír dulcemente. Pero el hijo, pasados unos segundos, añadió: "pero tus manos son tan feas..."


Pocos días después Oscar conocería la historia de esas manos: Hace tiempo dormía profundamente un niño. De pronto se encendió el mosquitero de la cuna y las llamas amenazaron la vida del bebé. La sirvienta corrió despavorida, mas la madre heroica y decidida, dominó el fuego a manotazos, salvando de las llamas a su hijo. Y sus manos del color de armiño quedaron sin piedad carbonizadas.

Cuando al final las vendas le quitaron, sus manos por el fuego deformadas le quedaron. El pequeño escuchaba a su padre sin pestañear. Cuando terminó el relato, Oscar, con lágrimas en los ojos, corrió hacia su madre, y le dijo entre sollozos: "No hay manos cual las tuyas en el mundo, madre".

¿Cuántas historias semejantes permanecen ocultas? Sin embargo nunca faltarán niños o adultos atrevidos, sin pelos en la lengua.

Por ello cada día leemos o escuchamos comentarios y críticas de todos los gustos y colores. Detestamos las manos feas, o el comportamiento de fulanito o menganita. Oscar nunca más se quejará antes de conocer los motivos de tal o cual acontecimiento.


Esta pequeña historia podría enseñarnos a desterrar de nuestra vida el famoso: piensa mal y acertarás.¡Con cuánta facilidad se derrama por doquier el veneno de la difamación y calumnia! Y en muchas ocasiones sin fundamento o seguridad alguna. Después llegan los lloriqueos, las quejas y excusas: yo pensaba, había leído, me parecía que.... Pero ya es tarde. El veneno mortal de la crítica ha corroído y destruido la fama del prójimo.

Todos le apuntan con el dedo. Le cierran el paso o le desprecian.Ojalá se agradeciera y premiara con más frecuencia a tantos y tantos héroes desconocidos como la madre de Oscar.

La historia suele dejar en el tintero a estos héroes. ¡Cuántas sorpresas nos llevaríamos! Se descubrirían las hazañas y méritos de muchas personas que han sido blanco continuo de nuestras críticas.

Te encontrarías en el índice de ese libro: mamás que se desviven por sus hijos por puro amor desinteresado, sin recibir nada a cambio; políticos, soldados, misioneros, amigos y enemigos. Algún día no muy lejano todos ellos recibirán su recompensa.

jueves, 30 de julio de 2009

Alex


El lápiz se desplazaba rápidamente por la superficie de papel dejando las marcas de su paso. Los trazos eran rápidos y seguros. Alex contemplaba al artista callejero mientras le confeccionaba su retrato. Estaban de viaje. Había convencido a un grupo de amigos para emprender una expedición turística a la ciudad de moda. En una de sus calles principales hallaron un dibujante rápido. Por un módico precio se comprometía a realizar un espléndido retrato en menos de cinco minutos. Cada retrato iba asociado a un animal.
A Sonia la pintó como una tigresa; a Luis, como un gavilán; a Lourdes, como una mariposa. Todos fueron desfilando, uno tras otro, con su imagen fusionada con la de un emblemático animal.
Ahora le llegaba el turno a Alex. Se preguntaba cuál sería el animal escogido. ¿Sería una majestuosa ave o un flamante mamífero? ¿Tendría algún significado? Con paciencia iba a observando los movimientos de la mano del artista. Poco a poco se reconocían sus rasgos físicos. Efectivamente, ése era su rostro: su frente, sus ojos, sus labios. El artista se había permitido la licencia de dibujarlo con más pelo, incluso con las orejas un poco más reducidas y la nariz menos pronunciada. ¡Era todo un detalle por su parte!

Sólo faltaba el cuerpo del animal que acompañara su singular rostro. De momento el cuello no resultaba del agrado de Alex, era demasiado largo. Tampoco estaba satisfecho con el tronco: ¡Era el de un pájaro! Pero, ¿qué era eso? Se trataba de la cola. Era un gigantesco abanico. ¡El retratista le había asignado el cuerpo de un pavo real! ¡Era horrible! ¿Qué podía hacer? Se veía obligado a disimular. Con dificultad podía ocultar su sensación de desagrado. Intentaba sonreír, pero estaba tan molesto que hubiera agredido al desafortunado dibujante.
Todos sus compañeros se reían de los diversos retratos. Echaban humor al asunto. Era un simple juego en una ciudad extranjera. Pero, cuando vieron el retrato de Alex, uno tras otro fueron callando. Nadie sabía qué decir.
Sonia rompió el silencio y lanzó un jocoso comentario: "Has salido muy favorecido, Alex". Y todos rompieron a reír. Alex también se puso a reír, pero no le había hecho ninguna gracia. Todos sabían que Alex era un pavo real. La moto, el último modelo de teléfono móvil, la montura de las gafas, las camisetas de diseño, no eran más que sutiles estrategias para reivindicar su originalidad. No tenía sentido del ridículo. Era capaz de cualquier maniobra para llamar la atención.
Alex alardeaba constantemente de sus supuestos méritos. Su máximo anhelo era seducir y fascinar. Pasara lo que pasara, él tenía que controlar la situación. No podía estar en ninguna fiesta sin ser el protagonista del evento. Tenía que captar la mirada de todo el mundo con sus chistes, comentarios graciosos o frases con doble sentido. Cuando alguien relataba algún incidente, él interrumpía la explicación para poner de manifiesto que a él también le había pasado. Para Alex la vida era un gran escenario donde podía representar el papel principal de una gran tragicomedia. Los demás eran meros espectadores de sus ocurrencias.Por doquier hacía gala de su originalidad, osadía e ingenio, pero no era más que un exhibicionistas incapaz de soportar que cualquier otra persona acaparara el protagonismo que se atribuía a si mismo. Sufría cuando no le miraban. Se ofendía si alguien no se daba cuenta de su presencia, no valoraba sus talentos o no reconocía su valía. Prefería que se enfadaran o que le insultaran a que le ignoraran.
Aunque su deseo fuera que los demás estuvieran supeditados a su presencia, en la práctica, Alex, como el pavo real, era un esclavo de su imagen. Por eso se sentía tremendamente vacío: no tenía nada. Sólo tenía apariencia, imagen, fachada,... Había terminado siendo, no lo que realmente era, sino lo que se esperaba que fuera. Creía que controlaba la situación pero, en realidad, estaba secuestrado por la opinión de los demás. ¿Qué ocurriría si algún día dejaba de ser el centro de atención? Tal vez, más allá del infranqueable muro de su disfraz, se sentiría un poco más libre. Era un reto interesante que requería una elevada dosis de originalidad.

miércoles, 15 de julio de 2009

Consejos

Jackson Brown no es un gran pensador, ni un Nóbel de literatura. Es sólo un hombre común, un padre preocupado por la felicidad de su hijo que quiso escribir estos simples 'consejos', al momento que éste se iría a estudiar a la Universidad, lejos de su casa.Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros de estudio. Tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos.Poco tiempo después, ampliado bajo el titulo 'Vivir Feliz', se convirtió en un Best Seller que lleva decenas de ediciones y Millones de ejemplares traducidos a varios idiomas.Vivir Feliz
* Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
* Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
* Ten un buen equipo de música.
* Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
* Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
* Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
* Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
* Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
* Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
* No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
* Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
* Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.
* Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
* Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
* Has lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
* Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
* Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
* Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
* No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
* Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).
* Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
* Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.*
Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.
* Nunca confundas riqueza con éxito.
* No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
* No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices
* Aunque tengas una posición holgada, has que tus hijos paguen parte de sus estudios.
* Has dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
* Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
* No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
* No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
* Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
* No confundas confort con felicidad.
* Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
* Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca).
* Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
* Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
* Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
* Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
* Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.'La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo
... simplemente disfruta al máximo de todo lo que Dios pone en su camino'